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La receta más tradicional, deliciosa y sencilla para hacer una hamburguesa histórica

Hay muchas maneras de cocinar una hamburguesa, pero esta receta es la más sencilla y deliciosa.

hamburguesa

¿Sabías que la historia de la hamburguesa es tan jugosa como su sabor? Este clásico de la comida rápida comenzó su viaje en Hamburgo, Alemania, y se transformó en un icono culinario global. A fines del siglo XIX, los inmigrantes alemanes llevaron a Estados Unidos la receta de la "Hamburg Steak", evolucionando luego a la hamburguesa que conocemos hoy. Su fama explotó en la Feria Mundial de St. Louis en 1904, convirtiéndose en un símbolo de la cocina americana.

Con su pan suave de semillas de sésamo, carne jugosa, queso derretido, lechuga fresca, tomate, cebolla y una pizca de kétchup y mostaza, la hamburguesa clásica es una maravilla culinaria. Simple pero irresistible, este platillo ha conquistado corazones (y estómagos) en todo el mundo.

La diferencia con las recetas actuales es la sencillez de la hamburguesa: simplemente carne con algo de grasa. Sin condimentos especiales, sin cebolla mezclada, sin huevo. Sólo carne con pimienta y sal. ¿Qué carne es la mejor? Si la picamos nosotros, el roast beef es una buena opción, siempre que veamos que tiene un 20% de grasa aproximadamente. Las carnes muy magras darán como resultado una hamburguesa seca, y las carnes muy grasosas, una hamburguesa muy pequeña.

Ingredientes

  • 1 pan de hamburguesa con semillas de sésamo
  • Carne molida mezcla entre ¾ de especial y ¼ de común o intermedia (aprox. 120 g en total)
  • 2 rodajas de tomate
  • 1 hoja de lechuga
  • 2 rodajas de cebolla
  • 1 rebanada de queso cheddar
  • Kétchup
  • Mostaza

hamburguesa
Es casi obligatorio acompañar a la hamburguesa con papas fritas.

Procedimiento

  1. Calienta la parrilla o sartén.
  2. Dale forma a la carne molida y ponla en la plancha.
  3. Agrega sal y pimienta a la carne.
  4. Tuesta ligeramente el pan.
  5. Coloca la lechuga, tomate, y cebolla en el pan.
  6. Añade la hamburguesa y el queso.
  7. Agrega kétchup y mostaza.
  8. Cierra con la otra mitad del pan.
  9. ¡Sirve caliente y disfruta!

Cada mordisco es un viaje por la historia y una fiesta de sabores. Desde sus humildes orígenes en Alemania hasta convertirse en un ícono global, la hamburguesa es un plato que no solo alimenta, sino que también cuenta una historia. Ya sea en un diner americano o en la comodidad de tu hogar, disfrutar de esta famosa hamburguesa es sumergirse en una rica tradición culinaria. ¡Buen provecho!

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