Legislatura

El Senado de Mendoza sancionó la ley que endurece las penas para los conductores ebrios

Con críticas de la oposición, se reformó la Ley de Seguridad Vial agravando las sanciones para los infractores

En una sesión marcada por intensos debates, el Senado de Mendoza sancionó la ley que endurece las penas para los conductores que manejen bajo los efectos del alcohol. A pesar de las críticas de la oposición, la reforma de la Ley de Seguridad Vial fue aprobada, implementando sanciones más severas, especialmente para aquellos conductores que superen el límite de 0,5 gramos de alcohol por litro de sangre.

La nueva normativa establece que los conductores que sean sorprendidos con niveles de alcohol en sangre superiores al límite permitido enfrentarán consecuencias más estrictas. Las sanciones incluyen la suspensión de la licencia de conducir, multas significativas y la obligatoriedad de asistir a programas de reeducación vial. En casos de reincidencia, las penalidades pueden incluir la inhabilitación permanente para conducir.

Durante el debate, la oposición manifestó su desacuerdo con algunos aspectos de la ley, argumentando que las medidas son excesivas y podrían resultar contraproducentes. Según los críticos, el enfoque debería estar en la prevención y la educación, más que en el castigo severo. A pesar de estas objeciones, la mayoría oficialista logró imponer su criterio y la ley fue sancionada.

El ministro de Seguridad de Mendoza, quien defendió la reforma, argumentó que las estadísticas de accidentes de tránsito vinculados al consumo de alcohol son alarmantes y justifican la implementación de medidas más rigurosas. "No podemos seguir permitiendo que la irresponsabilidad de unos pocos ponga en riesgo la vida de todos", declaró, subrayando la importancia de proteger a la comunidad y reducir los siniestros viales.

Con la nueva ley, las autoridades buscan enviar un mensaje claro sobre la tolerancia cero hacia el consumo de alcohol al volante. La normativa no solo apunta a disuadir a los conductores de manejar ebrios, sino también a fomentar una cultura de responsabilidad y respeto en las vías públicas.