El nuevo y peligroso juego de niños en Godoy Cruz: : Un riesgo inminente que requiere atención urgente
En el barrio La Gloria, ubicado en el departamento de Godoy Cruz, Mendoza, un alarmante fenómeno ha captado la atención de la comunidad y de los conductores de colectivos. Diariamente, a partir de las 17 horas, niños de entre 10 y 12 años se cuelgan en la parte trasera de los colectivos que circulan por las calles Rawson y Vélez Sarsfield, exponiéndose a peligros extremos.
Un chofer , quien prefirió mantener su anonimato, relató a Diario Mendoza: "Esto sucede todos los días. Los niños se cuelgan en la parte trasera del colectivo y van colgados por dos o tres cuadras como si fuera un juego. Ponen en serio riesgo su integridad y nosotros sentimos que no somos escuchados".
Las imágenes captadas por un ciudadano preocupan aún más. En la primera, se observa a tres menores colgados de un colectivo Nuovobus Mercedes-Benz, sonriendo y sosteniéndose precariamente del vehículo en movimiento. En la segunda, se repite la escena, esta vez en una intersección concurrida.
Este comportamiento imprudente y temerario requiere una intervención urgente por parte de las autoridades. Los conductores de las líneas afectadas han expresado su desesperación y la necesidad de acciones concretas para evitar una tragedia. "No podemos permitir que esto continúe. Es una cuestión de tiempo antes de que ocurra un accidente grave", señaló el chofer.
Es crucial que se tomen medidas inmediatas para abordar esta problemática. Las autoridades policiales y municipales deben aumentar la vigilancia en las zonas afectadas, especialmente durante las horas críticas. Asimismo, es necesario implementar campañas de concienciación dirigidas a padres y responsables, destacando los riesgos y las consecuencias de estas acciones peligrosas.
La comunidad de esa zona de Godoy Cruz debe unirse en un esfuerzo colectivo para proteger a sus niños y garantizar su seguridad. La intervención temprana y la educación pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte en situaciones como estas. No es solo responsabilidad de las autoridades, sino de todos, prevenir que estos juegos imprudentes terminen en tragedia.